El sábado salí a cenar con mis hermanas, fue una cena muy agradable en la que hablamos de nosotras y nos descubrimos un poco cada una. Es curioso pensar como de desconocido puede resultarte alguien tan cercano. Mi hermana mayor se quedó sorprendida con mi vena humorística y mi sentido del humor. Yo descubrí en ella una persona de corazón grande y una bondad increíble.
Mi hermana mediana es la más fuerte y valiente, encara las cosas con mucho aplomo y espiritualmente es la más completa, la que más ha crecido y la más emprendedora.
Hablamos bastante, sobre todo de nuestros padres. Mi hermana mayor dice que no nos estamos portando bien con ellos y lo peor de todo es que tiene razón. Los visitamos muy de tanto en tanto, apenas les llamamos y no les hacemos partícipes de nuestras cosas, de todo aquello que nos sucede y que acabamos contando a un desconocido.
Tienen 77 años cada uno, y aunque se valen por ellos mismos, nos necesitan mucho. Yo he hecho el propósito de cambiar y de mejorar en darles más cariño y atención. En fin, que valió la pena la salida, hemos quedado que de ahora en adelante se repetirá más a menudo.
A ver si repites la salida, hay que estar más por la familia, y dígnate por ver más a menudo a tus padres que se lo merecen con creces. Además yo estoy muy a gusto con ellos y me encanta veros jugar a la brisca, aunque tu y el niño no ganais a tus padres ni dejándose.
Besos
En realidad nos dejamos ganar, además…al niño en cuanto le salen buenas cartas canta un montón.