Hay un Maestro Espiritual al cual conozco personalmente y al que tengo mucho cariño que nos invita en su web www.sofiaoriginals.com a seguir un camino de autorrealización que el ha descubierto y ha comprobado por si mismo. Ciertamente, cuando estás con Fernando Conde Torrens, que es como se llama mi amigo, transmite paz y muy buenas vibraciones, además de ser una enciclopedia humana de muchísimas cosas, sobre todo de la historia de los antiguos griegos. Fernando ha recuperado lo que decían y hacían filósofos como Sócrates y Plotino, y otros maestros más próximos a nuestra época como el Maestro Eckhart, para construir una línea de trabajo adaptada a nuestros tiempos modernos. Entre otras cosas nos invita a vivir en el presente y a no reprimir perpetuamente las emociones y nuestra energía, así una de sus enseñanzas nos dice:
“Si tienes ganas de llorar, llora. Si tienes ganas de reír, ríe. Si tienes ganas de gritar, grita. Si sientes rabia, dale golpes a una almohada. Nunca descargues tus sentimientos negativos sobre seres vivos, haciendo daño.
Si se han formado, déjalos salir, desahógate. La solución no es reprimirlos, sofocarlos, conservarlos, sino abrir la olla y que escapen. La solución es controlar tus pensamientos y no permitir tormentas de pensamientos negativos. Si la tensión está generada, hay que dejarla salir, sin dañar a ningún ser vivo. Vuelve a empezar. Tendrás que hacerlo tantas veces …”
Esta regla me recuerda a una práctica de otro de mis queridos Maestros: Antonio Blay Fontcuberta. Esto es la técnica del Recreo, se llama así porque intenta imitar a los niños cuando salen al recreo. Durante la infancia después de estar unas horas en la clase sentados, inmóviles, atendiendo a los profesores, salíamos al patio y allí dejábamos rienda suelta a las emociones, gritando, jugando, moviéndonos y haciendo gestos. Esto los niños lo hacen automáticamente para descargar la tensión acumulada pero cuando nos hacemos mayores el modelo social nos impone la norma de que debemos ser personas serias y equilibradas, esto que es correcto cuando estamos con otras personas, solemos hacerlo también cuando estamos solos y así siempre reprimimos las tensiones y las emociones. Pues bien, esta técnica trata de liberar esa energía reprimida abriendo conscientemente el mecanismo de censura y represión, haciendo en una habitación con suficiente espacio todo lo que nos apetece, dejando de lado la autocrítica, el ridículo, y dando vía libre a los impulsos que salen del interior, gritando, haciendo muecas, llorando, saltando, riendo, etc. Esto se tiene que hacer con los ojos cerrados para así descargar la energía en el vacío y no a los objetos que nos rodean. Además se tiene que estar consciente en todo momento sintiéndonos protagonistas para convertir la energía que estaba reprimida en experiencia activa en forma de seguridad interior, es decir modificando al Yo-experiencia y disminuyendo la presión que existe en el inconsciente. Este ejercicio debe durar unos 10 minutos y unas 3 veces por semana como mucho, si se abusa del mismo puede ser perjudicial para la salud mental porque puede generar confusión entre la vida controlada consciente y los impulsos inconscientes. Esta técnica es parecida al Subud y es practicada también por algunos pueblos primitivos en la actualidad. Este ejercicio es conveniente hacerlo después de descubrir al personaje, no antes.
¿Os imagináis a media mañana en la oficina sonando la sirena del recreo y saliendo todos al patio a ser niños de nuevo por unos instantes?.
Conozco a Fernando un poquito personalmente y la verdad es que es un orgullo para mí haber estado en su casa rodeada de sus libros y con una mujer tan estupenda como la que tiene.
Bueno me voy al patio que es la hora del recreo!!!