El jardín del Tetramorfos

En 1971 en el diario “Correo Catalán” aparece una noticia donde se mencionan unos jardines cuya autoría se insinúa que son obra de Gaudí. Los entendidos en la obra del genial arquitecto del modernismo catalán tenían motivos para añadir un nuevo trabajo a su conocida lista de maravillas arquitectónicas, como son la Sagrada Familia o el Parque Güell, entre otras. Este vergel es conocido como “Els Jardins de Artigas” y se puede visitar en La Pobla de Lillet, pueblo de l’Alt Berguedà. No fue hasta el año 1982 que empezó a ganar mayor trascendencia cuando un alumno del doctorado de la Cátedra de Gaudí realizó un detallado estudio. Este reconocimiento concluyó con los trabajos de restauración en 1992 respetando el diseño inicial de Gaudí. La tarea fue ardua teniendo en cuenta que el jardín permaneció oculto y abandonado desde 1939, fecha en que sus dueños tuvieron que dejar la zona tras la Guerra Civil.

Puente Artigas

Para conocer los orígenes de los jardines hay que remontarse al comienzo del siglo XX. En 1901 se inicia la construcción de la fábrica de cemento Asland, compañía dirigida por el empresario Eusebi Güell, además de una serie de servicios que se desarrollan alrededor de la fábrica, como fueron las minas de carbón en la sierra de Catllaràs. El conde Güell contrató a Gaudí para que llevara el proyecto de un chalet que alojaría a los ingenieros y encargados de las minas de carbón. Durante el proyecto Gaudí se hospedó en casa de la familia Artigas, empresarios del sector textil. Los Artigas le comentaron la ilusión que les hacia poder tener un jardín cerca de su fábrica y Gaudí les hizo un boceto que tenía algunas similitudes con el Parque Güell ya que en aquel entonces el arquitecto ya estaba trabajando en el diseño del famoso parque barcelonés, cuyas obras empezaron en 1905. A diferencia del Parque Güell que se podría decir que es un jardín seco, Els Jardins d’Artigas son un jardín húmedo con abundante vegetación autóctona. Unos jardines que respetan el entorno por el que discurre el río Llobregat, muy cerca de su nacimiento, como si Gaudí quisiera intervenir lo mínimo posible para no alterar el paisaje natural.

Jardines Artigas

Pues bien, siempre que he estado con mi familia cerca de la Pobla de Lillet no hemos perdido la oportunidad de dar una vuelta por tan bello lugar, la última vez fue este fin de semana pasado. Fue una visita fugaz, dado que teníamos una agenda un poco apretada, pero mereció la pena, el jardín de Artigas nunca nos defraudará. Es un sitio en el que se respira sobre todo paz, al menos a mi me lo parece, un paraíso que invita a estar en comunión con la naturaleza. Gaudí era un hombre bastante espiritual y siempre intentó impregnar sus creaciones de la mística cristiana, si tenéis la oportunidad de ir podréis entender de lo que os estoy hablando. En el jardín está representado simbólicamente el Tetramorfos, esto es los cuatro evangelistas simbolizados por animales. La fuente del León donde este animal es la representación de San Marcos, la fuente del Buey o Toro que simboliza a San Lucas, el Águila que en lo alto del jardín, desde la glorieta vigila el paisaje, es San Juan – su evangelio está considerado como el más elevado espiritualmente de los cuatro. Por último antes de la guerra civil existía un ángel en la fuente de la cascada que representaba a San Mateo, aunque en realidad en el tetramorfos no hay que hablar de ángel sino de hombre, dado que estas cuatro imágenes normalmente se representan con alas y la figura de Mateo se suele confundir con un ángel. Las figuras del tetramorfos también se suelen representar con muchos ojos, que junto a las alas, indican la omnisciencia y omnipresencia de Dios. Cuando estaban las cuatro figuras, si se unían con líneas imaginarias el león con el angel y el toro con el águila, teníamos que desde el cielo formaban una cruz. Por otro lado en el puente central se pueden ver dos figuras humanas, una femenina y otra masculina, que yo al principio confundí con la representación de San Mateo dado que todavía no tenía noticia del ángel ya desaparecido.

Tetramorfos

En conclusión, un fin de semana perfecto, en muy buena compañía, visitando nuestro más distinguido jardín del edén, entre otras maravillas. ¿Alguien puede pedir más?.

Un comentario sobre “El jardín del Tetramorfos”

  1. Desde luego ha sido un fin de semana perfecto. Excepto por la comida claro, que me he pasado tres pueblos.

    Creo que es la cuarta vez que voy al Jardí d’Artigas y siempre me quedo maravillada con la vista, con los olores y con la imaginación de quien diseñara este jardín. Creo firmemente que la construcción es muy Gaudiniana y me imagino en su epoca de esplendor el uso que le darian los propietarios.

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