¿Quién soy yo?

Ramana Maharshi fue uno de los grandes místicos que nos dio el siglo XX. Nació en la India, en una aldea llamada Tirocculi, pero pronto se hizo universal y caló en lo más profundo de muchas personas. Todo empezó un día, se sintió angustiado y pensaba que iba a morir, cuando ya creía que la muerte estaba cerca, sin nada que perder, manteniendo el aire en sus pulmones, en una duradera apnea dijo: “Mi cuerpo está muerto, pero yo aún vivo”. Desde ese trascendental momento en el que se dio cuenta que no era su cuerpo supo que se tenía que dedicar a la indagación del ser: “¿Quién soy yo?”. Muchos filósofos, maestros y místicos han sentido la influencia de Ramana Maharshi, incluido Antonio Blay y alumnos suyos. Seguro que aquellos que conozcan sus enseñanzas se sentirán felices al recordar algunas de sus palabras.

Sri Ramana Maharshi

El abandono de las obligaciones cotidianas

Un visitante: ¿Debo abandonar mis negocios y dedicarme a estudiar libros sobre el Vedânta?

Ramana Maharsi: Si los objetos tienen una existencia independiente, es decir, si existe algo realmente distinto de ti mismo, es evidente que puedes abandonarlo. Pero si no existe nada diferente a ti mismo, tú y tu propia mente sois quienes concedéis existencia a todo lo que hay. Si es así, ¿dónde pretendes ir para escapar de todo eso? Si te pones a estudiar libros de Vedânta, podrás leer gran número de ellos. Pero todos ellos sólo te dirán:

Realiza el Sí mismo que hay en tu interior. El Sí mismo no puede encontrarse en los libros. Tienes que encontrarlo por ti mismo, en tu interior.

Esa misma tarde, otro visitante formuló a Bhagavân una pregunta similar y Bhagavân le respondió:
¿Dónde quieres ir para escapar del mundo de los objetos? Son como nuestra propia sombra, nadie puede huir de ella. Hay una curiosa historia de un hombre que quería enterrar su sombra. Excavó un pozo muy profundo y cuando vio su sombra en el fondo del pozo, se puso muy contento pensando que podía enterrarla tan hondo. Rellenó el pozo a toda prisa y cuando le había cubierto por completo se llevó una gran sorpresa al ver que la sombra estaba encima del pozo. Del mismo modo, los objetos o sus representaciones mentales no nos abandonan jamás, hasta que realizamos el Sí mismo.
(RAMANA MAHARSHI — Día a día con Bhagavân)

Sri Ramana Maharshi

1. Puesto que nosotros vemos el variopinto mundo,
una sola fuente, con poderes ilimitados, ha de ser
aceptada.
El observador, lo visto, la pantalla sobre la que es
proyectado, la luz,
son todos sólo Él, el Uno.

2. Todas las religiones comienzan con la existencia del
individuo, el mundo y Dios.
Mientras dure el ego éstos tres permanecerán
separados.
Morar, sin ego, en el Sí mismo, es lo mejor.

3. ¿De qué utilidad son las disputas tales como
«el mundo es real», «no, es un espejismo»,
«es energía consciente»,
«no, es materia», «es felicidad», «no, es sufrimiento»?
Morar en el exaltado estado donde ni el
ego ni el mundo existen, es aceptable
para todos.

4. Mientras uno piensa que tiene una forma, el mundo
y Dios también tienen formas.
Cuando uno es el Sí mismo sin forma, ¿quién hay para
ver?
Ello mismo es el Ojo, completo, sin límites.
(RAMANA MAHARSHI — Cuarenta versos sobre la Realidad)

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