El individualismo

Si hay algo que ha caracterizado y diferenciado a Occidente del resto del mundo ha sido el auge del individualismo que emergió tras el crecimiento del secularismo en el Renacimiento y que desembocó en dos novedades: la corriente humanista y el sistema capitalista. Sin el individualismo el arte y las ciencias hoy no serían lo mismo, este nuevo estado psicológico fue el caldo de cultivo de la libertad necesaria para que proliferaran diferentes formas de manifestar la creatividad y la investigación de la realidad física, no sometidas a un poder censurador y limitador de las ideas.

El pensador

Algo importante que cabe considerar fue la revolución comercial en el Renacimiento. Los niños italianos se matriculaban en escuelas de ábacos donde se enseñaba aritmética, contabilidad y geometría, allí aprendían a calcular intereses y resolvían problemas matemáticos relacionados con los negocios (conversión de divisas, prestamos, pesos y medidas, etc), así como buenas prácticas comerciales como por ejemplo atar conjuntamente todo el papeleo de un año financiero, entre otras muchas habilidades que debían aprender. En los siglos XII y XIII los comerciantes eran una parte muy importante de la economía de Florencia, sobretodo del comercio de textiles, también fue determinante en el crecimiento de la economía la producción textil y la banca liderada por familias de banqueros como los Amieri, los Bardi, los Penizzi o los Scali.

Florencia

Después vino la fábrica y la especialización, el origen se lo debemos de nuevo a los comerciantes. Al principio los comerciantes se encargaban de repartir el trabajo al domicilio de los artesanos y posteriormente recogían el producto acabado. Llegado el momento se dan cuenta que ahorran tiempo y esfuerzo si reúnen a todos los artesanos en un mismo local, que posteriormente se convertirían en naves industriales o fábricas. Gracias a esta nueva idea se pudo introducir más tarde el trabajo en cadena o división del trabajo. A partir de ese momento diferentes artesanos se especializaban en cada fase de la producción textil, como la carda, el urdimbre, el hilado o la tintura. Luego, con la revolución industrial apareció la automatización de los procesos productivos, instalaciones financiadas por comerciantes ricos que pasaron a llamarse capitalistas.

Sistema capitalista

Este panorama cabe contrastarlo con otras civilizaciones como la China donde el comerciante ocupaba en importancia el último lugar de las clases sociales. Las otras tres clases la formaban los letrados o funcionarios, los agricultores y los artesanos. Los comerciantes eran despreciados porque se consideraban que eran corruptos, egoístas y desleales, mientras que los agricultores se consideraban sencillos, obedientes a las leyes, inocentes y desinteresados, con propiedades materiales más difíciles de mover lo cual hacía que cuando su país estaba en peligro permanecieran en él y no huyeran como hacían los comerciantes, con propiedades más fáciles de transportar. Además China contaba con una historia imperial unificada muy consolidada, con un gobierno centralizado en la figura del emperador que sofocaba la creatividad y que impidió que se desenvolvieran unos métodos comerciales y una ciencia moderna.

Confucio

Pero no todo ha sido positivo con el individualismo, un individualismo mal entendido puede llevarnos a un egoísmo desmesurado y a una falta de ética, y no podemos olvidar que durante muchos siglos la ética que teníamos en los países del primer mundo era la cristiana -religión cada vez más debilitada en estos países – y que la actual ética secular no parece que esté logrando su propósito. Hoy mismo Sarkozy proponía refundar sobre bases éticas el capitalismo porque el actual sistema basado en un libre mercado salvaje y sin control está plagado de especuladores y corruptos que campan a sus anchas por los parquets de medio mundo, sin ir más lejos estos días se están dando a conocer las estrafalarias ganancias de los responsables de la banca de inversión de EEUU y da que pensar.

En China sin embargo la ética siempre ha tenido un papel predominante, según el profesor Derk Bodde: “Los chinos no son un pueblo para el que las ideas y actividades religiosas constituya una parte muy importante y absorbente de la vida…Es la ética (especialmente la ética confuciana), y no la religión (por lo menos no la religión de un tipo formal y organizado), lo que está en la base espiritual de la civilización china…Todo ello, desde luego, marca una diferencia de importancia fundamental entre las civilizaciones china y la mayoría de las otras civilizaciones importantes, en las que una iglesia y un clero ha desempeñado un rol dominante”. En la antigua China los niños aprendían en la escuela filosofía y ética: las Analectas de Confucio, el libro de Mencio, el Gran Estudio y la Doctrina del Justo Medio. Desde hace unos veinte siglos hasta nuestros días el sistema de educación chino tiene el objetivo de preparar a los futuros funcionarios gubernamentales, es un sistema en el que solo llegan a desempeñar los puestos públicos los estudiantes más preparados, así que de algún modo se asemeja a la República de Platón donde los sabios o filósofos gobiernan.

Spinoza

En fin, esto me recuerda a algo sobre lo último que estoy estudiando en filosofía: Descartes y Spinoza. Juguemos a imaginar. ¿Qué hubiera pasado si nuestra mente no hubiera adoptado el modelo cartesiano que nos hace ver partes móviles por doquier y un res cogitans separado de la res extensa – y por ende individualismo y todo lo que ello supone – y hubiéramos asumido en su lugar el modelo spinoziano donde el entendimiento capta una única sustancia, donde el ser humano se sustenta en una ética que trabaja para la Unidad y no para el bolsillo individual?.

Un comentario sobre “El individualismo”

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