Como cada año nos hemos presentado en la “Festa dels Traginers i Comerciants” de Copons, esta vez en el último día del verano. Es una cita obligada para nosotros desde hace ya bastante tiempo. Realmente la disfrutamos y la vivimos porque nos parece un pueblo encantador y la gente de la zona revive una época ya pasada con una maestría y una exactitud que me impresiona.

Calles llenas de artesanos, de mujeres haciendo encaje de bolillos, de actores improvisados haciendo papeles como el del “sereno”, “las limpiadoras de colchones”, “los que limpian los pozos”..etc.

Empezamos la excursión sobre las 9.30 h. de la mañana con el desayuno consistente en butifarra, cansalada , pan con tomate, vino, agua etc. y el café como postre. Acto seguido nos plantamos en la explanada del circo, actividades para niños y no tan niños, tengo que decir que los abuelos han sido los que más han disfrutado con diferencia. Muy mejorado el espectáculo este año.

Después viene la excursión a la cascada de agua, (que desgraciadamente cada vez hay menos agua) y las desventuras de los mayores por “cazar” higos con una caña que milagrosamente se agencia Rafa y que cada año están un poco verdes.

Nuevas excursiones por el pueblo y próxima parada en la explanada de la iglesia donde se celebra una obra de teatro muy divertida (creo que es novedad….o al menos yo no lo había visto nunca).

También es el primer año que había un sorteo de un carro lleno de productos artesanos y en el que hemos participado, aunque parezca mentira no sé si pensar que el hecho de que no nos tocara ha sido una suerte o no, porque dónde metes tanta maravilla?, es más…¿cuándo te comes tanta delicatessen?…y ¿cómo te llevas tantas cosas?…la verdad, casi que me alegro.

Ha sido un día bonito aunque amaneció tapado y con probabilidad de lluvia, pero poco a poco fue saliendo el sol y empezaron a sobrar las chaquetas. Nos gustan éste tipo de fiestas y me apetece que en la memoria de mi hijo queden las escenas de estos domingos de septiembre en Copons.