Visitas a una vieja frontera

Una de mis aficiones preferidas es el excursionismo, algunos años atrás el excursionismo en mi vida me sabía a poco y me atrevía con el alpinismo, así tuve ocasión de visitar el Monte Perdido, la Pica d’Estats y el Aneto, entre otros tres miles. Hoy en día el alpinismo de alta montaña quedó en el recuerdo pero en la medida de mis posibilidades algún que otro fin de semana hago una pequeña excursión con la compañía sobretodo de José, una persona muy querida para mí. José a sus 74 años es capaz de hacer cosas que parecen reservadas a los más jóvenes, parece incansable cuando subimos a las montañas o recorremos los senderos. En esa serie de excursiones hemos tenido la oportunidad de visitar dos lugares que se han convertido para mi en mágicos, lugares de reencuentro con las líneas fronterizas entre la denominada Marca Hispánica y el Califato de Córdoba, estoy hablando de los Castillos de Frontera de la zona del Anoia, y más concretamente del Castillo de la Tossa de Montbui y del Castillo de Claramunt.

Hace unos días publiqué un artículo que lo titulé “El mapa no es el territorio” donde trataba sobre la Corona de Aragón en tiempos de la Batalla de Muret, allá por el 1213. Ahora vamos a retroceder unos cuantos años, en la época donde se constituía la Marca Hispánica, territorios y condados creados por Carlomagno, rey de los Francos, y que fue tomando forma desde el siglo IX. Estos territorios, entre ellos los condados catalanes, se utilizaban principalmente para defender el sur de los Pirineos de los musulmanes que provenían del Califato de Córdoba. De los Condados Catalanes querría destacar el Condado de Manresa, el único Condado sin conde de la Marca, ya que realmente consistía en una extensión del Condado de Osona por su extremo occidental, a partir del Moianès y del Bages. Hay que remarcar que el Condado de Osona en sus inicios estaba bajo la jurisdicción del Conde Guifré I el Pilós y que el Condado de Manresa realmente no tenía suficiente entidad para estructurarse como un condado reconocido jurídicamente y la expresión de condado fue utilizada en algunos documentos de la época para designar una mera zona geográfica.  En el siglo XII el nombre de Condado de Manresa se dejó de emplear dando paso a la división territorial en veguerías.

Con la expansión cristiana hacia las tierras del Alandalus esta zona manresina pasó a crecer más y ocupar los territorios actuales de las comarcas del Anoia, de la Segarra y de Urgel. Entonces, para protegerse de los ataques musulmanes, se construyeron en la línea fronteriza una sucesión de castillos en forma de fortalezas, los llamados Castillos de Frontera.

Marca hispánica

Uno de los primeros castillos construidos en la frontera fue el Castillo de la Tossa de Montbui, erigido en el siglo X, eran tiempos del Conde Borrell II que gobernaba los Condados de Gerona, Barcelona y Osona. Este castillo incorpora los ángulos redondeados y hace innecesario el escuadre de la piedra para hacer las esquinas, a diferencia de otro castillo fronterizo del Anoia algo más antiguo, el castillo de Castellfollit de Ruibregós. Junto con el castillo de la Tossa tenemos la iglesia de Santa Maria de construcción prerrománica, una maravilla para los que disfrutan con el silencio. Yo he tenido la oportunidad varias veces de subir a la cima de la Tossa, en el término de Santa Margarida de Montbui, donde se encuentra este castillo, y cada vez que vuelvo no dejo de asombrarme, no sólo por las edificaciones sino por que allí se encuentra un mirador privilegiado de toda la cuenca de Ódena.

Tossa

Una de las excursiones más largas que he hecho en los últimos años ha sido cuando recorrimos la distancia del pueblo de Santa Margarida de Montbui hasta el castillo de Claramunt, otro de los castillos de Frontera que hay por la comarca del Anoia. Es una de las fortificaciones más bonitas y mejor cuidadas que he visto en mi vida, de hecho es reconocida por muchos como una de las mejores de Catalunya, hoy en día tiene visitas guiadas y una sala de cine donde podemos conocer un poco de su historia. Se construyó también en el siglo X y tiene una extensión de 5.042 m2 encontrándose a una altura de 461 metros. Es un recinto fortificado que posee perímetros exteriores y plantas poligonales, con su torre maestra, dependencias y torres flanqueantes.

Claramunt

Si tenéis la oportunidad de visitar la zona del Anoia yo os recomiendo la visita a estos y otros castillos de frontera como el Castillo la Manresana de Prats de Rei, el de Boixadors de Sant Pere Sallavinera, el de Castellfollit de Riubregós, el de Miralles en Sta. Maria de Miralles o el de Ódena. Creo que no quedareis decepcionados, son maravillas que se mantienen en pie desde los tiempos de los monarcas Carolingios.

3 comentarios sobre “Visitas a una vieja frontera”

  1. Hace años que no subo al castillo de la Pobla, de hecho antes habia subido bastante y me trae buenos recuerdos en las excursiones con el colegio.

    En la Tossa es impresionante la hermita del siglo X, la recomiendo a todo el mundo, los dia 10 de cada mes , hay concentraciones esotéricas.

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