Después de las vacaciones de verano poco a poco voy encontrándome otra vez con viejos conocidos, hoy le ha tocado el turno a las excursiones de montaña, hemos ido a la Tossa de Montbui, una pequeña montaña cercana a Santa Margarida de Montbui. La ruta de las marcas amarillas y blancas ha sido la elegida, desde el pueblo de Montbui siguiendo por un camino paralelo a la carretera que nos ha llevado hasta un desvío con un cartel que nos indicaba “Tossa de Montbui a 4,7 km”, desde allí hemos subido a la “Carena de la Tossa de Montbui” hasta el pico de la Tossa, donde nos hemos encontrado con la Iglesia románica del siglo X de Santa Maria y con el castillo de la Tossa que contiene un museo de herramientas agrícolas muy peculiar entre otras cosas, además de comprobar que las obras del refugio que se está construyendo están muy avanzadas y que pronto podremos disfrutar del nuevo restaurante y de una oficina de turismo a esas altitudes. Entre subida y bajada habremos tardado alrededor de cuatro horas.
También he vuelto con el estudio de la filosofía que hago dentro del curso que sigue la línea de trabajo de Antonio Blay, ahora estamos con Thomas Hobbes, Descartes, Spinoza y Leibniz, los cuales propusieron unos modelos de la realidad bien diferenciados. Cuando acabe este tema ya expondré algo sobre ello, aunque puedo adelantar que el modelo cartesiano de Descartes – para bien o para mal – es el que ha permanecido hasta nuestros días y que está basado en la existencia de dos realidades, una objetiva y otra subjetiva, de distintas naturalezas; también su método basado en el análisis-síntesis-enumeración que ha ayudado a resolver algunas preguntas acerca de la realidad que después han tenido una aplicación técnica. Al acabar este tema veré que el mundo sería muy distinto si Spinoza o Leibniz hubieran tenido el éxito de Descartes y quizás algún día descubra que la mente es como un calidoscopio y entonces alucinaré observando diferentes configuraciones de la misma, pasando de un modelo a otro y tomándolos momentáneamente como la realidad.
Por otro lado, voy a empezar el trabajo del yo-experiencia afectivo, después de haber iniciado hace meses el trabajo del yo-experiencia en el aspecto de energía, siendo el estudio de la filosofía una de las actividades de ese trabajo de actualización. En el temario del nuevo trabajo me ha llamado especialmente la atención un punto que me ha permitido entender de una nueva forma ese precepto de los cristianos que parece imposible como es el “ama a tus enemigos”. En el yo-experiencia afectivo lo que se actualiza es el amor que ya somos en potencia, de hecho el yo-experiencia según la teoría de Antonio Blay es la suma de todo lo actualizado desde el potencial infinito de energía, amor e inteligencia que somos. Pues bien, las situaciones que producen quejas en nosotros son una posibilidad de actualizar el amor que somos, ya que en aquello que nos gusta y que aceptamos el amor ya está actualizado y poco se puede hacer ahí para el yo experiencia; esa actualización necesita de una consciencia y de un esfuerzo, entonces el alumno de una forma experimental puede entender que el amor hay que actualizarlo justamente frente a algo que le disgusta, añadiendo algo positivo a la situación; en este caso el enemigo toma forma en aquello que nos disgusta y se puede entender el precepto desde un nuevo punto de vista. Ama a tus enemigos porque son una oportunidad de actualizar el amor en ti.