Historia de un ángel

Ayer me preguntaba David con insistencia sobre la historia de un peluche con forma de ángel que tenemos en casa. La verdad es que el no recordaba que me lo había regalado el mismo.

Me gusta la figura romántica que me sugieren los ángeles, una vez me explicaron una historia sobre el Ángel de la Guarda…me explicaron que cuando estamos bien y felices se sitúa  un metro por encima de nosotros y cuando estamos tristes, enfadados, deprimidos etc. ésta figura se eleva y no podemos sentirlo.

La verdad es que formamos parte de un todo y las personas nos complementamos de manera especial. Las personas deberíamos querernos y buscar siempre la parte especial que hay en las otras…lo que pasa es que habitualmente nuestro ego gana fuerza y nos dejamos llevar por detalles que hacen que nuestro ángel suba y dejemos de ser tan puros.

Ayer fue un día estupendo porque pasamos el día con Oscar, Anna, Emma y Xènia. Debo decir que se me pasó el día tan rápido porque lo disfruté a la hora de cocinar para ellos, la de pasear o la de simplemente charlar de cosas triviales. Cuando hablo de gente especial, lo hago muchas veces de amistades porque es una palabra que me sugiere un cariño inmenso y de una afinidad escogida. La amistad es compartir, es darse a uno mismo y separar esa parte especial de las personas para observarla detenidamente.

Creo que David y yo tenemos mucha suerte en ese sentido puesto que tenemos varios «mejores amigos» y logran que nos sintamos tan bien que seguramente sólo con estirar una mano podamos tocar a nuestro ángel.

Acabo de ver «Cadena de favores», es una de mis películas preferidas  porque generan en mí una emoción y consiguen «despertar» la alerta de las cosas que debo valorar. Es lo que califico una «Película escuela» y ahora mismo me siento llena de muchas cosas que difícilmente podría expresar con lo escueto que es mi vocabulario.

Ojalá que todos nos propusiéramos hacer una cadena de favores, algo importante por alguien porque aunque pueda sonar una utopía incluso algo ñoño, seguro que encontrábamos parcelas de nosotros mismos que ni  siquiera hubiéramos imaginado. La pregunta es ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros por mejorar el mundo?

A todos…gracias por ser parte de mí.

6 comentarios sobre “Historia de un ángel”

  1. Vaya tela, ¿y esto era lo que te daba corte explicar en vivo y en directo?. Pues mucho corte no debe darte cuando lo sueltas al mundo mundial, churrita!!! Por cierto a mi ángel de la guarda le gustaron mucho los canapés de cebolla caramelizada con coca-cola y queso de cabra, dice que a ver con que le sorprendes en la próxima.

    Besos

  2. Esa no era historia que me daba corte, la que me da vergüenza todavía no la he explicado.

  3. Amos por partes:
    1. Nosotros también os queremos mucho.
    2. El sábado nos divertimos mucho.
    3. Comimos COMODIOSS (si, se escribe así), y, a título personal, también soy fan de los canapés de quesocabra y cebolla cocacolizada.

    Bueeeno, y hasta aquí el buen rollito:
    -SILVIA, O CUENTAS DE UNA VEZ LA HISTORIA DEL OSO CON ALAS O NO NOS DEJAMOS GANAR MÁS AL TRIVIAL!
    En estos momentos, si se me apareciera un genio y me concediera un solo deseo, le pediría saber esa historia.
    Para un chafardero como yo, esto es como darle una botella de Chivas a un ex alcohólico!
    Muchos besos a todos, en especial a la Shari Ruscalleda, que el sábado se ganó otra estrella Michelín.

  4. Lo del michelin ya lo tengo hace mucho tiempo pero sin estrella, ahora me va a tocar pasarme toda la semana a lechuga (eso sí , caramelizada).

    Lo del angel sintiéndolo mucho no lo puedo explicar Oscar…es como desnudar mis sentimientos y eso ya me cuesta más, ya sabes…parcelas de uno mismo que guarda a buen recaudo.Así que si se te aperece un genio no malgastes tu deseo.

    Ahora en un alarde de humildad diré:

    La comida era más bonita que sabrosa.
    La ensaladilla estaba un poco cruda (le faltaba cocinarse un poquito)
    Los volovanes eran demasiado grandes
    Los volovanes pequeños de arroz quedaron secos
    La escalivada estaba poco jugosa (aunque las anchoas eran buenas)…

    En fin chicos que la próxima me saldrá mejor porque habré aprendido un poquito de los errores.

  5. Bueeeno, pase lo del angel, yo también tengo secretos inconfesables, que sólo contaría por dinero …
    Un apunte sobre tu ataque de autocrítica:
    Mi cuñada estuvo estudiando un año en los USA (no me preguntes qué estado), y un dia ante una situación parecida, me dijo cómo se comportan ante un cumplido las mujeres de allí.
    Cuando le dices a una mujer eppañola «qué bien te queda ese vestido», la respuesta suele ser algo como: «pues es muy normalito», «es viejo», «es de las rebajas», «no me lo pongo nunca», etc.
    Cuando le dices lo mismo a una mujer estadounidense, te mira y te responde sinceramente: «Gracias». Así de simple.
    Las dos mujeres saben que les queda bien el vestido y estan guapas con él. ¿Qué respuesta te gusta más?

  6. Pues mira…parece una falsa humildad la mía pero he sido sincera. A veces haces cosas más sencillas y queda mejor (acuérdate de mi pollo al horno por ejemplo)….
    De todas maneras, me gusta más el rol de la mujer estadounidense. Un Gracias siempre es mejor sin duda.

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