Cuentos chinos africanos

En los últimos días hemos podido leer noticias sobre los acuerdos comerciales y políticos que se están llevando a cabo entre China y algunos países africanos, pero esto no es nuevo, desde el año 2000 con el  Foro de Cooperación China-África se vienen intensificando las relaciones entre el país más poblado del mundo y el continente africano. La cooperación bidireccional China-África tiene el objetivo de ayudar a que los países africanos alcancen la independencia económica a cambio de un acceso preferencial a los recursos naturales de África. A primera vista lo que ofrecen los chinos suena bastante razonable, compañías chinas van a ayudar a la construcción de infraestructuras y van a participar en proyectos de desarrollo de ámbitos como por ejemplo la agricultura. China insiste en que no se trata de un neocolonialismo de África sino de una cooperación económica y tecnológica que beneficiara a ambas partes. Lo que está claro es que Europa no puede criticar las estrategias chinas cuando desde el siglo XIX países europeos han realizado un colonialismo e imperialismo brutal a lo largo y ancho del mundo y a cambio de nada, porque muchos países de África siguen estando a unos niveles de desarrollo inconcebibles para el siglo XXI.

Es curioso el desarrollo de China, aproximadamente desde 1979 se aceleraron las reformas económicas cercanas al capitalismo mientras la política seguía manteniendo un estilo comunista, en esa época la economía china se empezó a abrir al exterior, pero no fue hasta el año 2007 que China no reconoció la propiedad privada mediante una ley. Está claro que una economía no puede estar basada en el capitalismo sino incluye la propiedad privada, como una tortilla no puede cocinarse sin huevos. Decía que es curioso porque la mentalidad China nunca antes en la historia había utilizado estas tácticas políticas y comerciales. El otro día, en un anterior post, hablaba sobre el periodo bisagra entre el 1250 d.c. y el 1350 d.c. donde países como China pasaron de ser potencias de la época a dejar paso en el dominio del mundo a una creciente Europa.

Según la teoría de Joseph Needham, dos invenciones Chinas iniciaron los cambios: el estribo y la pólvora. El estribo dio paso a la clase caballeresca  y de ahí al feudalismo, y posteriormente la pólvora destruyó el feudalismo al dejar hecho añicos el poder que poseía la clase caballeresca – esto me ha hecho recordar cuando Indiana Jones saca el revolver ante un egipcio blandiendo un sable, con la pólvora se acabó el sable – y cedió el paso a la clase mercantil. Pues bien, esto que sucedió en Europa no ocurrió en China porque el gigante amarillo contaba con una historia imperial unificada muy consolidada y allí lo que sucedió es que en lugar del feudalismo al estilo europeo se creó un feudalismo burocrático o mandarinato formada por una élite intelectual adecuada para administrar y controlar un país tan enorme. En este sistema la clase mercantil era poco importante estando en el cuarto estrato de la sociedad, detrás de los funcionarios, los agricultores y los artesanos. Además, este sistema impedía la creatividad, las ciudades estaban bajo el dominio de representantes del mismísimo emperador, sin posibilidad de auto-administración como ocurría en las ciudades-estado europeas de la época. Por todo esto los chinos nunca alcanzaron unos métodos comerciales modernos mientras Europa aceleraba su desarrollo en los ámbitos comerciales y científicos hasta que en el siglo XIX con la revolución industrial los países europeos ampliaban sus imperios a Asia y África.

A principios del siglo XIX China perdió eficacia en su sistema administrativo y en su ejercito, aunque seguían creyendo que eran la civilización más importante del mundo considerando a los países occidentales como bárbaros, pero fue  a partir del 1830 hasta el 1880 que los países europeos, Estados Unidos y Japón pasaron a dominar una serie de puertos francos chinos controlando el comercio de este país. El ocaso chino llegó en 1895 cuando perdió la guerra con Japón y tuvo que reconocer con el tratado de Shimonoseki la independencia de Corea y ceder parte de su territorio a Japón, además de proporcionarle los mismos privilegios que tenían las potencias occidentales en China. Al finalizar el siglo XIX China estaba repartida en áreas de influencia bajo el control de las potencias de la época. Durante la primera mitad del siglo XX China estaba muy debilitada, siendo atacada por Japón varias veces, hasta que en 1949, después de una guerra civil, Mao Zedong proclamó la República Popular China bajo un régimen comunista apoyado por la Unión Soviética. El gobierno de Mao estuvo caracterizado por intentos de llevar el país a los niveles de los países más industrializados pero esto finalmente constituyó un fracaso y, tras su muerte,  el político Deng Xiaoping acabó haciéndose con el poder del país promoviendo cambios en la economía del país, fomentando la creación de empresas privadas y dando cabida a la entrada de capital extranjero.

En la década de los ochenta China había tenido un buen crecimiento económico pero en 1989 tras la  masacre de Tian’anmen se produjo una recesión económica derivada de las sanciones internacionales y de las tensiones internas, hasta que en 1992 Deng Xiaoping dio el impulso necesario para que se produjeran reformas económicas abriendo los mercados chinos más al exterior y este fue el principio de lo que estamos vislumbrando en estos momentos, unas tasas de crecimiento económico que han situado a China entre los primeros puestos. Actualmente China tiene el cuarto PIB más alto del mundo, detrás de Alemania, EEUU y Japón, (aunque la Unión Europea actualmente es la economía más grande del mundo) pero se prevé que en el 2010 habrá superado a Alemania y en el 2050 será la primera economía mundial, aunque bajo mi humilde opinión creo que el acontecimiento lo veremos antes de esa fecha porque China está haciendo muy bien las cosas, y a aspectos comerciales me refiero, porque en respeto de los derechos humanos todavía deja mucho que desear como casi siempre ha ocurrido con las potencias…

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