Show must go on!

Toro

El mundo está lleno de contradicciones, las autoridades se focalizan en algunas cuestiones para sensibilizar al ciudadano y en otras parece que no estén al caso de lo que ocurre. Es el ejemplo de la campaña de sensibilización y educación vial que cada año lanza la Dirección General de Tráfico y por otro lado Fiestas como los Sanfermines donde todo el mundo tiene patente de corso para hacer aquello que no se debe hacer al volante. La DGT hace esfuerzos para bajar la tasa de accidentes y utiliza diferentes medios para que la gente tenga prudencia a la hora de conducir en nuestras carreteras, si no es por medio de la concienciación lo consiguen por un sistema que casi nunca falla, es decir por medio de las penalizaciones, en definitiva que el infractor se tenga que rascar los bolsillos parece que sea el sistema más eficiente. El carnet por puntos, los radares a diestro y siniestro, la velocidad variable, controles de alcoholemia y de drogas, controlar que la gente lleve el cinturón y no hable por móvil, son algunos de los sistemas que utilizan las autoridades para intentar evitar los accidentes. Para la DGT es una obsesión que vaya tendiendo a cero el índice de accidentes, y realmente parece que lo están consiguiendo al ver sus estadísticas, en el 2003 se dieron 3443 accidentes mortales, pero año tras año estos accidentes han ido bajando hasta llegar a los 1929 accidentes mortales el pasado año.

Esto choca con fiestas como los Sanfermines, donde algunos corredores van delante de un toro con unos índices de alcoholemia que en muchos casos darían positivo en los alcoholímetros digitales que utilizan los agentes de tráfico, porque unos Sanfermines sin alcohol supongo que no sería lo mismo, son nueve días y noches colgados de alcohol. Según las estadísticas de los últimos años, más del 60% de los heridos en San Fermín han dado positivo en los controles de alcoholemia con una tasa media de 0,8 gramos por litro de sangre, tasa que está por encima de lo máximo permitido en los controles de tráfico, aunque según palabras de la alcaldesa de Pamplona, este año se hacen controles especiales para que no entre gente al recinto con signos de embriaguez.

En el sexto encierro de los Sanfermines cinco heridos por asta, dos de ellos gravemente heridos que se encuentran ingresados en el Hospital de Navarra. El otro día, en la cuarta jornada de los Sanfermines ocho personas resultaron empitonadas y un chaval de 27 años murió. Daniel era un aficionado de los encierros y llevaba años disfrutando de estas fiestas, es una muerte triste para una tradición anacrónica, donde bestias asustadas de más de media tonelada corren a toda velocidad tras una multitud de personas, que en teoría saben donde se meten.

Mientras, Cuatro envió un comunicado a los medios en el que reivindicaban que han «ofrecido en exclusiva la cogida mortal del encierro de San Fermín”. Aquí todo vale con tal de tener la exclusiva de cualquier cosa, sin ningún tipo de escrúpulos, lo importante parece que en este mundo es hacer negocio. El negocio es el fin, y el medio da igual que sea gente moribunda u otra cosa. La ética no sólo escasea en el mundo financiero, parece que brilla por su ausencia en otros negocios.

Por otro lado, Capuchino, el toro causante de la cornada que mató a Daniel, fue ejecutado públicamente mientras el público lo silbaba al salir a la plaza, como si el bicho fuera consciente de lo que había hecho, el no se encarga de la organización del evento, ni de ir al encierro por voluntad propia, ni obliga a la gente que corra con ellos.

Los corredores de San Fermín están cubiertos por un seguro que es pagado por el Ayuntamiento de Pamplona, si se demuestra que una víctima de un encierro no cometió ninguna imprudencia los familiares recibirán una indemnización, es increíble que haya aseguradoras que cubran esto, yo me pregunto si no es suficiente imprudencia ponerse a correr delante de un toro, pero bueno, todo es rebatible supongo… Es muy triste esta muerte, pero todo el que se pone a correr en un encierro sabe que se juega la vida, igual que si conduces sin cinturón de seguridad. Cualquier conductor sabe que si tiene un accidente y no lleva el cinturón de seguridad, esto conlleva una reducción de la indemnización, además cada conductor debe hacerse cargo de su seguro, no lo hace la Administración Pública.

En fin, todo esto es un auténtico despropósito, supongo que, como decía el gran Freddie Mercury, el espectáculo debe continuar, mucha gente de a pie defenderán las fiestas con el corazón y eso es muy respetable, pero está claro que esto es un negocio monumental para la “gente de no a pie” y estamos en la sociedad del capitalismo, donde el Capital siempre busca el máximo beneficio, sino se va a otra parte, donde el hombre no es un fin en sí mismo, sino un medio. Y aquí paz, y después, gloria…

2 comentarios sobre “Show must go on!”

  1. No hay duda que lo que dice David es verdad. Pero ¿Porque restringir las contradicciones a los encierros de San Fermin?
    ¿Que pasa con la velocidad en las carreras de autos? De Igual manera se podría decir que exceden la velocidad permitida por los controles de transito.
    ¿Que pasa con los que hacen acrobacias aéreas (que son tan lindas)? Y que por supuesto realizan maniobras que estarían penadas para cualquier aviador normal.
    Y ni hablar… por Dios, ni hablar de todo el trabajo que realiza la humanidad para fabricar armamento sin ningún otro sentido que matar otros seres humanos.
    En fin somos un mundo contradictorio, pero no cuestionemos San Fermin, a no ser que podamos decir que somos tan azetas que no disfrutamos viendo por televisión como algún «loco» ganó la F1 o subió a tal o cual montaña. El ser humano es así, contradictorio y autodestructivo.

  2. Gracias por tu intervención Raúl. Afortunadamente, por ahora, los blogs nos permiten cuestionar algunas cosas. Algunos intentamos expresarnos sin sentirnos presionados por terceros, sin las trabas que tienen los medios oficiales o de creación de opinión, como es su dependencia de la publicidad, de lobbies y grupos de poder político y empresarial, que les «orientan» en que deben decir y que no.

    Estoy muy de acuerdo contigo sobre el carácter contradictorio y autodestructivo del hombre, la cuestión que no tendriamos que pasar por alto es que un piloto de F1 o un aviador acróbata se supone que elige, pero un animal no elige ser elemento de disfrute de seres humanos, para finalmente ser sacrificado en una plaza.

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