¿Los modelos de la ciencia son platónicos?

Dos importantes filósofos como Platón y Aristóteles han influido ampliamente en la visión que hemos adoptado de la Realidad a lo largo de los siglos. Tanto las ideas de uno como del otro fueron la base de las ideas de muchos filósofos y científicos de todas las épocas. Aristóteles fue discípulo de Platón, pero no tardó mucho tiempo en discrepar de su maestro hasta el punto de afirmar justo lo contrario de lo que afirmaba Platón. Aunque la influencia platónica se hace patente en la obra de Aristóteles, divergían en lo que cada uno consideraba que era la Realidad. Para Platón lo real era el mundo de las Ideas, y el mundo físico no era más que un reflejo del mundo de las Ideas, de los arquetipos. El mundo de las Ideas estaba presidido por la idea suprema: el Bien, luego venía otro nivel gobernado por las ideas aplicables a toda realidad: Semejanza, Unidad, Identidad; después un nivel inferior con los valores y las virtudes: Justicia, Belleza, Templanza, etc; y finalmente las ideas de las cosas del mundo físico como la idea Árbol, Caballo, etc. Por otro lado Aristóteles afirmaba todo lo contrario, el mundo que captan los sentidos es el único real y los conceptos mentales son simplemente un reflejo del mundo físico. Aristóteles defendía la realidad de lo particular, el conocimiento basado en la experiencia, y Platón todo lo contrario, la realidad de lo universal, el conocimiento basado en la abstracción.

Platón y Aristóteles
(La Escuela de Atenas de Rafael – Platón señalando hacia arriba y Aristóteles palpando el mundo físico)

Uno puede pensar que la ciencia está más del lado de Aristóteles que de Platón, y estos días he tenido una amigable discusión con mi profesor defendiendo yo lo primero y él lo segundo, al final ya no lo tengo tan claro, para eso él es el profesor y yo el alumno. Para afirmar que la ciencia es platónica mi profesor defiende que los modelos son platónicos, por ejemplo los triángulos equiláteros son platónicos porque en el mundo físico no hay triángulos equiláteros, sólo cosas que se le parecen, así el triángulo perfectamente equilátero sólo existe como una abstracción de la realidad física. Como son abstracciones, los modelos científicos pueden cambiar, son revisados cuando estos son cuestionados, mientras que la realidad física no puede ser revisada, es lo que es.

Yo defendía que la ciencia también tiene algo de Aristóteles porque el proceso científico suele seguir estas fases: observación >> investigación >> hipótesis >> prueba >> conclusión. Sería Platónico si se quedará en la abstracción y las hipótesis pero tiene en cuenta los elementos sensibles y la experimentación a diferencia de Platón. Lo que ocurre es que la experimentación moderna como tal empezó mucho más tarde: con Galileo; además Platón también defendió que para conocer la realidad había que empezar por observar al mundo físico: “Puesto que el mundo físico está hecho a imagen del real, por imperfectas que sean estas imágenes, nos sirven como vía para llegar a lo real.”. Luego yo añadía: si las matemáticas se consideran por encima de la física entonces la ciencia es Platónica, si las matemáticas son una ciencia auxiliar de la física – ciencia que se basa en la experiencia – la ciencia es Aristotélica.

Sin embargo, poco a poco, uno empieza a darse cuenta que lo ideal está por doquier en la ciencia, los experimentos son un buen ejemplo porque se intentan realizar en condiciones lo más ideales posibles, para poder analizar un fenómeno sin que los demás fenómenos interfieran, y no sólo eso, los modelos científicos se derivan de aislar toda aquella información que no resulta relevante a un determinado suceso pero en el mundo físico el aislamiento de los fenómenos no es real, todo afecta a todo como si de una red de Indra se tratase, todo está conectado y relacionado.

Modelo atómico

Con el siguiente ejemplo mi profesor me transmitía lo que intentaba hacerme comprender. Newton descubrió la ley de gravitación universal y la hemos aprendido así: “Cualquier par de cuerpos se atraen entre si con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.” pero Newton realmente enunció lo siguiente: “Se observan fenómenos entre dos cuerpos en el espacio que pueden ser descritos suponiendo que los dos cuerpos se atraen entre sí con una fuerza directamente proporcional al producto de su masa e inversamente proporcional al cuadrado de su distancia”, con esto Newton estaba dejando claro que enunciaba un modelo de la realidad, no la realidad en si misma, pero con el paso del tiempo las ideas que permanecen pasan a formar parte de nuestra realidad y aunque no sean la realidad en si nos comportamos como si lo fueran. Aristóteles decía que la realidad se obtenía al atender lo sensible, lo que se puede observar, pero cada vez más los modelos físicos están más alejados de lo sensible, un mundo de partículas subatómicas y agujeros negros cuyos modelos viven en nuestra mente.

Principia Mathematica

Y no sólo los modelos de la ciencia navegan en lo platónico. Rogamos justicia, amor, poder, belleza, orden, verdad, bien, conocimiento, etc, y nos movemos por el mundo presuponiendo que estos conceptos existen. A lo largo de la historia la humanidad ha vivido, luchado y muerto defendiendo muchas abstracciones, muchos ideales. En resumen, nos movemos en todos los ámbitos con creencias platónicas, y como no, este post también es una abstracción como la copa de un pino.

«La ciencia no reposa sobre un fondo de roca. La audaz estructura de sus teorías se levanta como si lo hiciera sobre un pantano. Es como un edificio erigido sobre pilones. Los pilones se clavan en el fondo del pantano, pero no en una base «natural» o «dada»; y cuando cesamos en nuestros intentos de hundir nuestros pilones en una capa más profunda, no es porque hayamos alcanzado una base firme. Simplemente nos detenemos cuando estamos satisfechos porque son lo bastante firmes como para aguantar la estructura, al menos por el momento» (Karl Popper)

4 comentarios sobre “¿Los modelos de la ciencia son platónicos?”

  1. ¿Los modelos de la ciencia son platónicos?
    Hola, David. Tengo mis dudas de que los modelos de la ciencia sean esencialmente platónicos.
    Ningún científico, ni Aristóteles, negaría la realidad de los procesos mentales como tales. Ideas, abstracciones y modelos teóricos son reales a nivel mental y tienen influencia en la práctica conductual, a través de las creencias, convicciones, afectos, actitudes, preferencias y decisiones que producen o generan.
    Pero ¿qué es lo que realmente existe en el mundo, forma parte de él o lo compone? ¿Tenemos que partir de esas abstracciones o más bien de lo que podemos percibir y deducir de nuestras percepciones, esto es, materia, la energía, los seres vivos y sus respectivas interacciones? ¿Encajaremos nuestras ideas preferidas en nuestras observaciones o primaremos éstas, exigiéndonos un estudio desapasionado? ¿Partiremos, por el contrario, de lo que nos dicen las doctrinas más indemostrables e imaginativas o son éstas las que más han de hacernos dudar y hemos de someter a prueba en nuestro estudio? O ideas preexistentes a las que todo tiende a acoplarse, o abstracciones sin existencia “real” fuera de nuestra mente. Esta última, dotada de preferencias e intereses en todos los momentos posibles (previos, concomitantes y posteriores a la observación, a la investigación y al análisis), tendente a transitar por lo conocido y seguro, pero amiga del reconocimiento público y la imaginación creativa. Nada de esto es platónico y extracientífico, creo. Estudiar las bajezas humanas o la injusticia social no es necesariamente anticientífico, siempre que distingamos niveles y asuntos por definir, porque no son directamente perceptibles, ostensibles, medibles (conspicuos o cuantificables), y siempre que decidamos aportar el mínimo de imaginación necesaria (exigible para) encajar los datos disponibles.
    Toda aproximación a las ideas platónicas requiere partir de un estudio práctico o empírico. No podemos aproximarnos –ni acaso exista, no podemos hablar de él, en cualquier caso- “el Bien” fuera de nuestra experiencia contingente. Y esto es aplicable a lo demás: la Belleza, la Templanza… Por no hablar del Caballo o el Árbol ideal como un ente indiscutible y modélico que habría no sólo de existir con independencia de los demás, sino ser “lo (único realmente) existente”.
    Existir o no, ser o no, es algo de una relevancia crucial en cualquier discusión, como sabemos desde san Anselmo.
    Hay algo, no obstante, muy llamativo defendido por Platón que pudiera reflejar algo real y propiamente “humano”. Atribuyendo la propuesta a Sócrates, Platón asegura que nuestra alma viene al mundo con cierto conocimiento, por ejemplo, acerca de lo semejante o no (lo que de igual o desigual hallamos comparten dos objetos, o lo que nos hace distinguirlos como diferentes). Para él esto sería una prueba –y no la única- de un alma que conoce antes de empezar a aprender según el modelo postnatal. Hoy más bien hablaríamos, si llegamos a su misma conclusión, de estructura cerebral innata, una especie de llave –o, en otros casos, limitación- como la propensión al simbolismo, al lenguaje, a los cálculos moderados propiamente humanos, a la vida social, etc. De modo que la propuesta preinnata ha perdido su carácter demostrativo de un alma que llega con conocimientos para interesar en un sentido más indagable. Antes de nacer, hemos de contar con una herencia individual de índole genética. No tengo tan clara la existencia de un alma inmaterial, pese a lo que he leído de psicología transpersonal y recuerdos de reencarnaciones, entre otras experiencias místicas que esa escuela propone –tal vez con bastante razón- distingamos de las patológicas.
    Por lo demás, ¿hay algún científico que al hablar de triángulos equiláteros, líneas o círculos, desconozca que todos ellos se refieren a modelos ideales abstractos sin existencia real en ningún mundo conocido? (¿O hemos de hablar de realidades “no físicas” e incluir como real cualquier idea imaginable, sea Dios, la Emperatriz de Narmia, los duendes eslavos o ET?)
    Demasiado a menudo, el proceso científico ni siquiera es ideal según su modelo (reciente, como indicas: establecido hace muy pocos siglos). Lo de que la observación fría que precede a la hipótesis, o que ésta sea desechada rápidamente ante pruebas en contra, ha sido muy discutido por varios autores que han estudiado diversos casos históricos, por ejemplo Stephan Jay Gould ha dedicado numerosos artículos a contradecirlo. Y otros autores –creo que “más científicos” por ello- hacen otro tanto.
    No es, sin embargo, tan científico afirmar sin más que “el mundo físico está hecho a imagen del real”. Aparte de lo ya dicho sobre abstracciones, las matemáticas no son sólo geometría y álgebra, está la aritmética por ejemplo. Y, en cualquier caso, como sostiene una de tus posibilidades, las matemáticas constituyen una ciencia instrumental de la física (de la que no estaba separada en tiempos de Aristóteles: la “metafísica” era la parte que estaba a continuación de la “física”. O sea, de “la ciencia”, biología incluida).
    Claro que un científico es una persona y como tal está “del lado de acá”, más débil, psicológico, sujeto a intereses familiares, personales y aun nacionales o políticos. Sus ideales están presentes en su trabajo (“por doquier en la ciencia” -dices). Pero el verdadero científico, en sentido grande, es como Kepler: se decepciona cuando la realidad contradice su gran intuición teórica e ideal, pero opta por la realidad que los estudios sensibles le muestran y los análisis racionales le traducen.
    En cuanto al mundo de las partículas subatómicas (no ideal, sino “minimaterial”) es poco predecible desde nuestra experiencia humana. Contradice lo que cabe esperar en este otro mundo más rudo, como, por otro lado, ocurre en el ultramasivo (no ideal, sino ultramaterial) de los agujeros negros. Pero todo esto sólo resulta ser “antiintuitivo” para el punto de vista humano, esto es, para los modelos que establecemos o fundamos a partir de nuestra experiencia cotidiana: nuestra mente capta la realidad a “su nivel”, muy limitado e imperfecto en este sentido. Nuestra mente ha de abrirse para construir representaciones más extensivas. Pero ¿ha de hacerlo siguiendo a Platón? ¿Es su modelo el que nos prepara para comprender que la luz es materia susceptible de quedar sujeta por un amplio campo gravitatorio? No nos vale cualquier propuesta reconstructiva, David… Aunque son ejercicios mentales agradables y bienvenidos, como cualquier sugerencia literaria o filosóficamente original, pueden más bien alejarse de “lo real” (en un sentido que quiera ser más sólido que lo simplemente imaginable).
    Y, sin embargo… es completamente cierto que algunos deseamos el cumplimiento de ideales de justicia, amor, conocimiento o belleza… y que “a lo largo de la historia la humanidad ha vivido, luchado y muerto defendiendo muchas abstracciones” e ideales. Lo que no le quita la razón a Popper: puede que las verdades que hallamos sean transitorias y limitadas, pero ¿hay algo más sólido más allá?
    Necesitamos abrazarnos, soñar, etc., pero esto… ¿es platónico e inaccesible a un estudio científico? No por que lo fuera, lo sería propio de una aproximación platónica (puede que Agnes Heller esté más en lo cierto que Platón). Por otro lado, ¿son el amor y la estética tan imaginarios como la telepatía? Aunque procedan de nuestra historia adaptativa y biológica, aunque no sean tan “superiores” ni propios del alma, nosotros reconocemos su necesidad y gradaciones prácticas. Y nos gusta soñar de un modo ilimitado y liberador, además de libre.
    Manue

  2. Creo que entiendo tu postura Manue, en la conversación con mi profesor tardé varios días en pillar lo que intentaba decirme, que nada tiene que ver con asegurar que la realidad es el mundo Ideal de Platón o que el método científico se basa en el método de Platón o que las ideas científicas sean prenatales, su intención respondía a algo mucho más simple, indicarme que los modelos científicos son abstracciones o descripciones del mundo físico, y las abstracciones residen en la mente. Puede que hay fuera existan los agujeros negros o las partículas subatómicas, no lo voy a discutir, y eso pertenecerá al mundo ultramaterial y minimaterial respectivamente como tu bien dices, pero nosotros dada nuestra limitación en cuanto a percepción tenemos que conformarnos con los modelos científicos (y eso es mucho), ¿con que operamos en nuestra mente? ¿con los agujeros negros concretos o con la idea de agujero negro?, ¿con que operaba la mente de Ptolomeo? ¿Con nuestro sistema planetario concreto o con un modelo de sistema planetario?. Puede que los modelos sean más acertados o menos pero mientras se mantienen en pie nos movemos presuponiendo que la cosa que describe el modelo existe, es decir pensamos que detrás de los modelos existe la cosa concreta, y tal como la describe el modelo.

    ¿Tu te imaginas que alguien demuestra que la teoría que dice que los efectos que se atribuyen a un agujero negro no es correcta y que realmente no se puede demostrar la existencia de una región del espacio-tiempo con un campo gravitatorio tan enorme que no puede escapar ni la materia ni la luz?. Pues, hay científicos hoy en día que empiezan a negar la existencia de los agujeros negros – como la Emperatriz de Narnia, los duendes eslavos o ET – mientras el grueso del mundo científico se mueve presuponiendo que estos objetos son reales. Los modelos son ideas, si fueran un reflejo completo del mundo físico quizás no cabrían en nuestra mente (presupuesto axiomático). Y cierto, Platón dijo que el mundo físico está hecho a imagen del real, a ese mundo real lo llamó mundo de las Ideas, muy probablemente no sea así, pero reflexiona un momento, ¿el mundo físico que conocemos donde reside?, repito, el mundo físico TAL COMO LO CONOCEMOS. De acuerdo, allá fuera de la mente hay un mundo físico, pero más allá de la literalidad de lo que dijo Platón, ¿tú puedes ver la realidad separándola de las descripciones?, ¿los modelos vigentes no nos hacen ver la realidad de una determinada manera?, ¿la realidad la podemos ver en si, o la vemos tal como, previamente, la imaginamos?. No sé si me explico, no estoy negando el mundo físico como lo real.

    Un abrazo Manue,
    David

  3. Hola, David:
    De acuerdo: existe un mundo físico cuya naturaleza total no llegamos a captar a la perfección. Proponemos modelos teóricos que somos capaces de comunicar a otros (modelos que viajan entre mentes) y son capaces de hacer predicciones y someterse a comprobación. Estos modelos están en evolución o perfeccionamiento continuos (cada vez hacen mejores predicciones y resisten mejor su falsabilidad, de modo que admiten menos excepciones).
    En el ideal científico, que a veces se cumple hasta cierto punto a pueba de los más exigentes tipo tabla de Mendeleyev, cabe hasta predecir elementos químicos (fìsicos, existentes, aunque capaces de reaccionar con otros transformando el resultado en otro producto) desconocidos. La tabla se ha ido completando sabiendo qué casillas faltaban por llenar y que algo las llenaría. Otras veces se sabe que algo (por ejemplo anterior a las bacterias actuales o a los primitivos gusanos) ha de haber, y luego ha de encontrarse el qué. Las teorías elegantes, como las de la relatividad, la mecánica newtoniana, los modelos atómicos o la teoría de campos, pueden expresarse con fórmulas que se cumplen en un alto porcentaje de situaciones (pudiendo requerir otras complementarias para situaciones extremas de masa o velocidad relativas). De una simple fórmula salieron los agujeros negros. Hoy la mayoría de los científicos admite que existen y que pueden detectarse en numerosos puntos, incluido varios en el centro de nuestra galaxia. De hecho la mayoría de la materia del universo no brilla: es polvo interestelar o se agrupa en agujeros negros… Leer tales cosas resulta subyugante. Como lo es leer a Platón, cuyo estilo es precioso. Aunque a la hora de comprobar quién se aproxima mejor a «la realidad», si el producto de la ciencia con todos los científicos que alguna vez fueron o Platón con su escuela (la cual pasó por dos siglos de escepticismo tras su muerte, antes de ser vigorosamente dirigida hacia el idealismo), considero que existe bastante en favor de los primeros.
    Claro que todos los modelos son mentales, pero en el campo de la ciencia la cosa no se queda ahí, sino que sale de la mente para hacer comprobaciones fuera de ella, de acuerdo que parciales y hasta en ocasiones interesadas, pero al menos las ideas cambian de acuerdo a esas observaciones y pruebas, ganan en extensión y nos vuelven más elaboradas y resistentes a nuevas pruebas. En cambio, quedarse en defender que existe po encima de las nubes un mundo perfecto del que procedemos antes de nacer y al que retornaremos, y del cual aprenden sus formas los árboles y los caballos, se queda en una hermosa idea poética que ojalá fuera posible de poder someter a prueba (de comprobar si pudiera falsarse en algún caso o supuesto práctico).
    No he pretendido, David, en ningún caso, sustentar que no existan el amor ni la energía cohesiva. Ni censurar la existencia de modelos filosóficos indemostrables. Ni negar que puede que se nos escapen experiencias suprarreales o capaces de hacernos trascender visiones y cosmogonías limitadas. Creo que lo que tenemos, a la hora de procurarnos certidumbres, son modelos más o menos compartibles. La ciencia propone un campo de pruebas a realizar por cualquier persona que disponga de los medios, las religiones recelan de cualquier contestación o puesta en duda, desconfían de concurrir con otras alternativas y «se enfadan» si sus dogmas son negados, cuestinados o propuestos para somete a prueba… Las filosofías (o sistemas filosóficos) están en un camino intermedio, y sabemos que los buenos filósofos raramente se enfadan y hasta disfrutan con las buenas discusiones acerca de las limitaciones de sus respectivos sistemas y predicciones…
    Por lo demás, un buen utilitarista no poético te habría respondido de un modo muy diferente y no por ello más comprobablemente errado…
    Un abrazo, David
    Manue

  4. Estoy de acuerdo contigo, no voy a negar algo que yo mismo defiendo, por ejemplo que el experimento fue algo crucial en la historia de la humanidad y de la ciencia, más allá del método inductivo de Aristóteles. Por lo demás creo que existe diferencia entre leer los mitos de forma literal y leerlos como una metáfora o una alegoría. La literalidad de los mitos creó las religiones, es la literalidad la base del dogmatismo, los elementos fijos, las obediencias al poder, sin apertura y amplitud de mente. Afortunadamente los modelos científicos no son inmutables, son maleables como la plasticidad de la mente, pero no maleables caprichosamente, son falsables, aceptados provisionalmente, no habiendo enunciados científicos últimos en nuestra realidad contingente – según la tesis de Karl Popper – como el amor platónico que nunca puede ser alcanzado, ¿o si?.

    Gracias Manue, siempre es un placer,
    David

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