El par Estado-Capital

Chacón, Ministra de defensa
Carme Chacón, ex Ministra de defensa

A menudo se escucha que el Estado nada tiene que ver con la génesis del capitalismo, que el Estado siempre busca protegernos de los excesos del capital y que el Estado español en esa pugna actualmente es una pobre víctima de los poderes financieros, pero eso no tiene fundamento si se mira en profundidad, lo que ocurre en realidad es que en la lucha competitiva de Estados contra Estados, unos pierden más que otros, y una de las armas que utilizan actualmente es el capital.

El Estado crea y recrea su vástago, el capitalismo en sus diferentes modalidades: desde el capitalismo de Estado hasta el de libre mercado. A principios de los 80 no existía la multinacional española ni el IBEX 35, los dos grandes partidos de la izquierda y derecha, facciones del Estado aliadas en lo sustantivo, las crearon siguiendo el compás del Reino Unido (tatcherismo) y EEUU (Reagan), igual que ya lo hicieron en el siglo XIX con las desamortizaciones a punta de bayoneta, las leyes de cercamiento del comunal, la reforma fiscal durante el trienio liberal, el éxodo forzado del campo a las fábricas, …, que facilitó el desarrollo de la burguesía que sin la ayuda del Estado había tenido hasta ese momento muchas dificultades para desarrollarse, todo ello siempre siguiendo la estela de Inglaterra y la competencia entre Estados. Inglaterra había demostrado en la batalla de Trafalgar que su régimen liberal era el destino del resto de Estados, si querían pintar algo en la escena mundial. Por ello el cambio del absolutismo al liberalismo fue un incremento del poder del Estado, algo elegido interesadamente por la oligarquía del Antiguo Régimen, nada que ver con una revolución popular, como tampoco lo fue la francesa, origen del Estado centralista francés, que realizó una labor de exterminio de la disidencia descomunal, sólo hay que estudiar lo que ocurrió en la Guerra de la Vendée. Dentro del Estado existen facciones, unas veces pactan y otras se enfrentan, las facciones son grupos de poder que actúan dentro del Estado y que están de acuerdo en lo esencial. Si analizamos los integrantes de las Cortes de Cádiz que aprobaron la Constitución liberal española de 1812, veremos que un tercio de la cámara eran eclesiásticos, un 50% eran militares y el resto eran abogados, funcionarios del antiguo régimen e intelectuales, ni un solo representante de las clases populares.

Se podría suponer que las liberalizaciones y privatizaciones han mermado al Estado español, ¿pero cómo es posible que en 1975 la aportación del Estado español al PIB fuera del 23% y ahora lo sea del 44% aproximadamente y en otros países del norte de Europa la contribución al PIB se acerca al 60%?. No hay empresa privada española que se acerque a ese porcentaje. La respuesta está en que el Estado no pierde al privatizar, la respuesta está en que la venta es un instrumento para reducir la deuda del Estado, como lo fue la apropiación y venta del comunal en el siglo XIX para reducir la deuda adquirida sobre todo en la batalla de Trafalgar, teniendo siempre la posibilidad de volver a nacionalizar, la respuesta está en los impuestos que paga la empresa privada y los impuestos que paga el consumidor de los productos y servicios privatizados – impuestos que en algunos casos no existen mientras es pública – así como del «aporte» de los asalariados y las empresas mediante las cuotas de la Seguridad Social, la mitad de la cuota la paga la empresa privada y la otra mitad el asalariado. Los fondos reservados, que se nutren de la caja de la Seguridad Social, son asignados al Centro Nacional de Inteligencia, Defensa, Interior y Asuntos Exteriores, todos ellos relacionados con el control de los intereses estratégicos interiores y exteriores del Estado y sus apéndices de poder. El verdadero progreso es el crecimiento del poder del Estado y de los instrumentos que le permiten afianzar su poder: el ejército, las fuerzas y cuerpos de seguridad, los medios de propaganda y adoctrinamiento, la industria y la tecnología, con una ciencia cada vez más dirigida por sus intereses. No hay que olvidar que los principales artefactos tecnológicos se originan en la industria militar.

Las noticias de privatizaciones siguen estando de actualidad, por ejemplo la privatización del Registro Civil. Los registros dejarán de ser un servicio público y pasarán a depender de los registradores de la propiedad, de los mercantiles y de los notarios. Los ciudadanos van a tener que pagar por un certificado de nacimiento, por un certificado de defunción o por la tramitación y celebración de los matrimonios civiles. Hasta ahora los registros civiles han requerido una inversión pública de 128 millones de euros y cero ingresos. Con la privatización el Estado pasará de ingresar cero a ingresar un dinero por la venta de la empresa pública, pasará también a ingresar IVA de los servicios y productos que ofrezcan estas empresas privadas, así como impuestos de las empresas y cuotas de la seguridad social de los asalariados de la privada, y pasará de tener gastos a no tenerlos. Sin embargo, aunque el Estado cada vez ofrece menos servicios públicos los impuestos no se adaptan a este cambio, los ciudadanos pagamos más por menos. ¿A dónde van a parar esos nuevos ingresos si no retornan al ciudadano en la forma de servicios públicos?. Me temo que principalmente al pago de la deuda pública, a ayudar a las entidades financieras, al incremento del Estado policial y militar y a mamoneos varios para mantener a la casta de políticos profesionales y alto funcionariado civil y militar.

Cierto es que existe fuga de capitales y evasión tributaria de la gran empresa así como de grandes fortunas hacia los llamados paraísos fiscales, pero si hacemos un análisis objetivo vemos que los territorios que son considerados paraísos fiscales en su mayoría no tienen ejército propio, su defensa* militar y la intervención en caso de desastres naturales es responsabilidad de grandes Estados, por ejemplo Francia es responsable de la defensa militar de Mónaco, Isla de Man depende de la defensa de la Corona Británica, la defensa de Andorra es responsabilidad de España y Francia, Islas Vírgenes de EEUU organizado como “Territorio no incorporado”, etc. Por otro lado las potencias europeas en el Congreso de Viena de 1815 reconocieron la neutralidad perpetua de Suiza por ser «de real interés para todos los estados europeos». ¿Cómo puede ser que un territorio que supuestamente no favorece a la hacienda “publica” de los grandes Estados cuente con la no intervención militar a perpetuidad o con la defensa de estos?. ¿Será que la oligarquía tiene puertas giratorias bidireccionales? ¿Está clara la relación entre Estado y capital?.

Al principio comentaba sobre que el capitalismo es un instrumento de lucha competitiva de Estados contra Estados y que unos pierden más que otros, un ejemplo lo tenemos estos días con Iberia que aunque desde finales de los 90 es una empresa privada sigue siendo una empresa estratégica para el Estado, esta empresa desaparecerá en breve para ser absorbida por British Airways, detrás está el Estado británico que con esto incrementará su influencia en países latinoamericanos y otros territorios donde hasta ahora Iberia tenía enlaces, esto admitido por personas como el coronel Diego Camacho, ex miembro del CSID.

*= «Eduardo Serra, exministro de Defensa, afirmó en el programa Salvados de La Sexta que la prioridad de un Estado es la Defensa, por encima de Educación y Sanidad ya que “lo que le defiende a una persona de su subsistencia como nación es la defensa. Eduardo Serra fue subsecretario de defensa en el gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo, secretario del Estado de Defensa en el gobierno de Felipe Gonzalez y ministro de defensa en el gobierno de Jose María Aznar.»

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