Ayer volví a casa como por Navidad, hacia tiempo que no viajaba en el Metro y atravesaba ese puente de Santa Eulalia, o de la Torrassa según se mire, los puentes sirven para unir sea cual sea el ámbito al que se apliquen, así que estos dos barrios de L’Hospitalet del Llobregat donde nací se abrazan como si de una pareja enamorada se tratase. Recorrí la Ronda de la Torrassa hasta pararme en frente de la casa donde vivieron mis abuelos, una casa ya vacía pero llena de recuerdos de otros tiempos de visitas y celebraciones. La casa donde nació mi padre, la casa que ofreció su nombre al barrio, la casa que permanece en pie vigilante después de más de doscientos cincuenta años. Seguir leyendo La Torre Llampada →