Si hay algo que ha caracterizado y diferenciado a Occidente del resto del mundo ha sido el auge del individualismo que emergió tras el crecimiento del secularismo en el Renacimiento y que desembocó en dos novedades: la corriente humanista y el sistema capitalista. Sin el individualismo el arte y las ciencias hoy no serían lo mismo, este nuevo estado psicológico fue el caldo de cultivo de la libertad necesaria para que proliferaran diferentes formas de manifestar la creatividad y la investigación de la realidad física, no sometidas a un poder censurador y limitador de las ideas.
Algo importante que cabe considerar fue la revolución comercial en el Renacimiento. Los niños italianos se matriculaban en escuelas de ábacos donde se enseñaba aritmética, contabilidad y geometría, allí aprendían a calcular intereses y resolvían problemas matemáticos relacionados con los negocios (conversión de divisas, prestamos, pesos y medidas, etc), así como buenas prácticas comerciales como por ejemplo atar conjuntamente todo el papeleo de un año financiero, entre otras muchas habilidades que debían aprender. En los siglos XII y XIII los comerciantes eran una parte muy importante de la economía de Florencia, sobretodo del comercio de textiles, también fue determinante en el crecimiento de la economía la producción textil y la banca liderada por familias de banqueros como los Amieri, los Bardi, los Penizzi o los Scali. Seguir leyendo El individualismo