El mito de la tecnología que emancipa

Derrumbamiento del edificio Rana Plaza en Bangladesh
Derrumbamiento del edificio Rana Plaza en Bangladesh
Cada vez está más claro el mito del carácter emancipatorio de la tecnología y la industrialización como la izquierda pro-capitalista hizo creer a los asalariados, era el narcótico espiritual necesario para integrarlos en el sistema. Los hechos demuestran que el capitalismo – sea capitalismo de libre mercado o de Estado – basa la obtención del máximo beneficio en la explotación de la fuerza de trabajo y que un cambio en la estrategia y en las condiciones materiales y tecnológicas implica la necesidad de nuevas capacitaciones en los trabajadores, pero no su eliminación, destruyen puestos de trabajo pero los crean en otros lugares. Las revoluciones industriales acabaron con unas profesiones y crearon otras. Con la globalización muchas corporaciones trasladaron sus fábricas a países del tercer mundo, precisamente por los salarios más bajos y las precarias condiciones laborales. Ahora los países emergentes con peor tecnología que los países más desarrollados están imponiéndose en el mercado internacional, precisamente por la explotación salvaje que infligen a su fuerza de trabajo. Este es uno de los mitos que por ejemplo ha desmontado Félix Rodrigo Mora en su libro «Seis Estudios”, pero hay más autores que ponen en duda la productividad de la tecnología, hay que tener en cuenta sus costes ocultos que nunca se mencionan. La tecnología sirve sobre todo para el ámbito militar y para el control de las personas, también para someter a los trabajadores de forma mecánica a las directrices de la organización y a sus procesos de negocio, sin darle opción al desarrollo de sus capacidades espirituales. El software de las fábricas y de las oficinas es la manifestación del pensamiento de la dirección de una empresa. Seguir leyendo El mito de la tecnología que emancipa